El sistema sanitario se encuentra en un momento crucial y las demandas sanitarias requieren una mejor manera de abordar las enfermedades crónicas y las patologías de una población cada vez más envejecida. Por ello, es fundamental apostar por la interoperabilidad de los sistemas tecnológicos para mejorar la calidad, eficacia y eficiencia de los servicios sanitarios.
Es decir, que las TIC permiten ofrecer mejoras en la calidad asistencial, y proporcionar a profesionales y pacientes información en cualquier momento independientemente de la fuente de donde proceda. La incorporación de la historia clínica electrónica, la cita médica por internet o la receta electrónica son algunos de los ejemplos de lo que la tecnología ha conseguido en el ámbito sanitario.
En conclusión, la integración e interoperabilidad de los sistemas tecnológicos, a todos los niveles, mejoran la calidad asistencial de los pacientes y proporcionan información accesible. Se puede hablar de una gestión clínica integrada y activa cuando se tienen todos los datos en todos los niveles, por eso es importante trabajar en la integración e interoperabilidad de los sistemas TIC, para que los profesionales dispongan de la información crítica del paciente en cualquier momento y lugar. Básicamente, juegan y jugarán un papel determinante en las organizaciones sanitarias, además de mejorar la calidad asistencial aportan valor en la seguridad del paciente y van a suponer un ahorro en el consumo de recursos sanitarios (evitando duplicidades de pruebas diagnósticas) con reducción de los errores médicos, evitando morbilidades asociadas a tratamientos no adecuados, y mejorando la asistencia mediante una medicina basada en la evidencia científica y el análisis masivo de datos para la toma de decisiones adecuadas en cada caso.
Bibliografía
http://sanidadprivada.publicacionmedica.com/noticia/las-tic-al-servicio-de-la-medicina-y-la-salud
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